EL SANTO ROSARIO, REMEDIO PARA TODOS LOS MALES.

En los días de Santo Domingo Guzmán, había en la ciudad de París, un noble Caballero muy dado a los gustos y entretenimientos carnales. El caballero se casó con una ilustre doncella muy virtuosa, pero que sufría mucho por la mala vida de su esposo.

Una noche mientras la noble señora se encontraba durmiendo, fue llevada en espíritu al infierno, donde le fueron mostradas las penas que en aquel lugar se dan a los deshonestos. Vio que estos estaban en unos hornos de fuego donde eran atormentados por unas ponzoñosas serpientes, más adelante vio un horno que era más terrible que los otros y preguntó por qué estaba vacío, le respondieron que estaba destinado para atormentar a su marido. Esto le causó mucha aflicción y con sollozos y lágrimas despertó.

Al día siguiente se dirigió a Santo Domingo Guzmán y le contó lo que había visto. El Santo la animó, le dio un Rosario de Nuestra Señora de los que él solía repartir y le dijo que lo pusiera de noche debajo la cabecera de su marido sin que él lo viera y que confiara en Nuestra Señora que ella le daría el remedio.

Así lo hizo la noble señora y desde la primera noche experimentó el favor de la Virgen, porque el caballero recordó llorando sus pecados y lo mal que había sido con ella. La segunda noche despertó llorando y le pidió perdón por la poca fe que había guardado. Su esposa se alegró cuando vio tan buen suceso y perseveró en ponerle el Rosario.

La tercera noche el caballero fue llevado en espíritu al infierno donde vio el castigo que le tenían preparado, con el gran espanto que esta visión le causó despertó despavorido y con mayores lágrimas que las noches anteriores. Con dolor de sus pecados prometió enmendar su vida.

La mujer le contó cómo por medio del Santo Rosario le había venido tanto bien, le aconsejó que fuera donde Santo Domingo y que hiciera una buena confesión.

Así lo hizo con mucho dolor de su vida pasada. De ahí en adelante vivieron en paz, amor y con especial devoción rezando todos los días el Santo Rosario.

Historia tomada del libro Año Virgíneo.

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