EL REGINA CAELI (O REGINA COELI).
Existe una historia sobre el origen de la oración del Regina Caeli que relata que el Papa San Gregorio Magno (Papa del 590 al 604) presidía una procesión por las calles de Roma con oraciones a la Virgen María para poner fin a una peste, cuando de pronto aparecieron unos ángeles que cantaban:
«Reina del Cielo, alegraos, aleluya.
Porque aquel que merecisteis llevar en vuestro seno, aleluya.
Resucitó, como Él predijo, aleluya».
Y el Papa San Gregorio pronunció las palabras:
«Rogad por nosotros a Dios, aleluya».
Según la historia estas oraciones tuvieron éxito y la peste terminó.
Al igual que el Ángelus esta oración se reza tres veces al día, al amanecer, al medio día y al atardecer como una manera de consagrar el día a Dios y a la Virgen María.