“La Iglesia celebra el nacimiento de Juan como algo sagrado y a él es el único de los santos cuyo nacimiento se festeja”.

San Agustín.

La Iglesia Católica no celebra el nacimiento temporal de los Santos a este mundo, sino su nacimiento para el cielo o sea el día de su muerte, al que llama dies natális o nacimiento, porque nacen a una vida que no conoce la muerte.

Con el único Santo que la Iglesia hace una excepción es con el Santo Precursor, San Juan Bautista a quien se le celebra el día de nacimiento el 24 de junio.

Jesús alaba a su Precursor cuando dice:

“¿Que salieron ustedes a ver al desierto? ¿una caña agitada por el viento? Y, si no ¿Qué salieron a ver? ¿Un hombre vestido con ropas lujosas? Ustedes saben que los que visten lujosamente y viven en placeres están en las casas de los reyes. ¿En fin qué salieron a ver? ¿Un profeta? Sí, de veras, y uno que es mucho más que profeta. Juan es aquel de quien dice la escritura: Yo envío mi mensajero delante de Ti, para que te prepare el camino. Les digo: No hay, entre los nacidos de mujer, ninguno más grande que Juan».

San Lucas 7, 24-29.

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