El viernes 26 de diciembre de 1586, María Ramos, una mujer de aproximadamente 40 años natural de Sevilla España, recibió de la Santísima Virgen María una gracia que le venía pidiendo desde que conoció un desteñido y descuidado lienzo en donde estaba antes pintada la imagen de la Santísima Virgen en compañía de San Antonio de Padua y de San Andrés. Este lienzo que era utilizado para recoger granos y colocarlos al sol, María Ramos lo recogió, lo arreglo, lo puso en alto y frente al lienzo pronunciaba esta hermosa oración: ¿Hasta cuándo Rosa del Cielo habéis de estar tan escondida? ¿Cuándo será el día que os manifestéis y os dejéis ver al descubierto para que mis ojos se regalen de vuestra soberana hermosura, que llene de gozo y alegría mi alma? La Virgen María oyó su humilde súplica y a las 9 de la mañana del 26 de diciembre, después de haber estado más de dos horas en oración, el lienzo se renovó milagrosamente.

La imagen había sido pintada por Don Alonso de Narváez, utilizando jugo de hierbas y flores mezclado con tierra de colores, todos elementos de la región, en una tela de algodón tejida por los indígenas de la zona.

En la imagen la Virgen María tiene un manto azul celeste con una túnica rosada y se encuentra de pie sobre la luna mirando tiernamente al Niño Jesús quien, apoyado en el brazo izquierdo de su Madre, juega con un pajarito que sostiene en su mano. Un rosario cuelga de las manos de la Virgen María y del Niño Jesús.

A la derecha de la Virgen María se encuentra San Antonio de Padua sosteniendo una palma y en la mano izquierda un libro sobre el cual está el Niño Jesús. A la izquierda de la Virgen María se encuentra San Andrés leyendo la Sagrada Escritura, y en su mano izquierda sostiene la cruz en forma de X, signo de su martirio.

El lienzo con la imagen había estado en una capilla de los frailes dominicos, pero el sol y las goteras lo habían dañado y la imagen se había borrado casi por completo, razón por la cual la habían quitado de la capilla y la tenían abandonada hasta que María Ramos la encontró y gracias a sus súplicas, la imagen se renovó y se ha conservado prodigiosamente durante más de 400 años.

El día 29 de julio de 1829 el Papa Pio VIII declaró a Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá como Patrona de la Republica de Colombia. Y el 9 de enero de 1910 la Santa Sede otorgó la coronación canoníca de la imagen, que se llevó a cabo el día 9 de julio de 1919. Por eso Nuestra Señora de Chiquinquirá es la Reina y Patrona de Colombia.

Virgen del Rosario Patrona y Reina de Colombia extiende Tu Cetro Poderoso sobre este pueblo colombiano y cúbrenos con Tu Santo Manto.