REGINA CAELI.

Durante el Tiempo Pascual, se reemplaza el rezo del Ángelus por el Regina Caeli, una oración con la que felicitamos a Nuestra Santísima Madre por la resurrección de Su Hijo Jesús. Al igual que el Ángelus esta oración se hace tres veces al día, al amanecer, al medio día y al atardecer y se reza siempre de pie.

HISTORIA DE LA ORACIÓN REGINA CAELI:

En el año 600 se propagó por Italia una terrible epidemia y el Sumo Pontífice San Gregorio Magno encabezó una procesión por las calles de Roma acompañado por numerosos fieles, orando y llevando una imagen de la Santísima Virgen María, desde la Basílica de Santa María la Mayor.

Cuando llegaron al puente sobre el río Tíber oyeron Ángeles cantando el Regina Caeli:

“Reina del Cielo, alégrate, aleluya. Porque aquel que merecisteis llevar en Tu seno, aleluya. Resucitó, como lo había dicho, aleluya”. Y, cuenta la historia, que el Papa San Gregorio pronunció las palabras: “Ruega por nosotros a Dios, aleluya”.

Luego, al pasar frente a una gran construcción llamada “Mole de Adriano”, el Santo Padre vio sobre el techo del edificio, al Arcángel San Miguel, llevando en su mano derecha una espada que introdujo en su funda.

Desde aquel día cesó la epidemia y esa edificación recibió el nombre de Castillo del Santo Ángel (Castel Sant’Angelo).

En el lugar de la aparición, hay una enorme estatua del Arcángel San Miguel.

REGINA CAELI EN LATÍN Y ESPAÑOL:

Latín:

Regína cæli, lætáre, allelúia.

Quia quem meruísti portáre, allelúia.

Resurréxit, sicut dixit, allelúia.

Ora pro nobis Deum, allelúia.

V. Gaude et lætáre, Virgo María, allelúia.

R. Quia surréxit Dóminus vere, allelúia.

Orémus:

Deus, qui per resurrectiónem Fílii tui Dómini nostri Jesu Christi mundum lætificáre dignátus es: præsta, quaésumus; ut per ejus Genitrícem Vírginem Maríam perpétuæ capiámus gáudia vitæ. Per eumdem Christum Dóminum nostrum. R. Amen.

Español:

Reina del cielo, alégrate, aleluya;

Porque el Señor, a quien mereciste llevar en Tu vientre, aleluya; Resucitó, como lo había dicho, aleluya,

Ruega por nosotros a Dios, aleluya.

V. Regocíjate y alégrate, Virgen María, aleluya.

R. Porque verdaderamente ha resucitado el Señor, aleluya.

Oremos:

¡Oh, Dios!, que por la resurrección de Tu Hijo, nuestro Señor Jesucristo, has llenado el mundo de alegría, concédenos, por intercesión de su Madre, la Virgen María, llegar a los gozos eternos. Por Jesucristo Nuestro Señor. R: Amén.

Este es un video del Regina Caeli con la letra en latín y español:

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