NOVENA AL ESPÍRITU SANTO, PRIMER DÍA.

ORACIÓN INICIAL (Acto de Consagración diaria al Espíritu Santo):

Recibe ¡oh Espíritu Santo!, la consagración absoluta de todo mi ser que Te hago en este día para que seas en adelante, en cada uno de los instantes de mi vida, en cada una de mis acciones, mi Director, mi Luz, mi Guía, mi Fuerza, y ​​el único deseo de mi Corazón.

Me abandono sin reservas a Tu acción divina y deseo ser siempre dócil a Tus Santas inspiraciones.

¡Oh Santo Espíritu! Fórmame con María y en María, según el modelo de nuestro amado Jesús.

Gloria al Padre Creador. Gloria al Hijo Redentor. Gloria al Espíritu Santo Santificador. Amén.

MEDITACIÓN:

«¿No sabéis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo? Él habla en vosotros porque lo habéis recibido de Dios. No os poseéis en propiedad, porque os han comprado pagando un precio por vosotros. Por tanto, ¡glorificad a Dios con vuestro cuerpo!». (1 Cor. 6,19-20).

DON DE LA SABIDURÍA:

Los dones del Espíritu Santo son siete. El Don de la Sabiduría es una gracia que nos separa de las cosas del mundo y nos hace gustar y amar las cosas de Dios.

La Sabiduría «Consiste en ver con los ojos de Dios, escuchar con los oídos de Dios, amar con el corazón de Dios, juzgar las cosas con el juicio de Dios». Papa Francisco.

ORACIÓN FINAL (Oración para pedir los siete dones del Espíritu Santo):

Oh Señor Jesucristo, que antes de ascender al Cielo prometiste enviar el Espíritu Santo para completar Tu obra en las almas de Tus Apóstoles y Discípulos, dígnate concederme el mismo Espíritu Santo, para que perfeccione en mi alma la obra de Tu gracia y Tu amor. Concédeme el Espíritu de Sabiduría, para que pueda despreciar las cosas perecederas de este mundo y aspirar sólo a las cosas que son eternas; el Espíritu de Entendimiento, para iluminar mi mente con la luz de Tu Divina verdad; el Espíritu de consejo, para que siempre pueda elegir la forma más segura de agradar a Dios y ganar el cielo; el Espíritu de Fortaleza, para que pueda llevar mi cruz contigo y para que pueda vencer con valentía todos los obstáculos que se oponen a mi salvación; el Espíritu de Conocimiento, para que pueda conocer a Dios y conocerme a mí mismo y perfeccionarme en la ciencia de los Santos; el espíritu de piedad, para que encuentre dulce y amable el servicio de Dios; el Espíritu de Temor, para que pueda estar lleno de una reverencia amorosa hacia Dios y pueda temer de alguna manera desagradarle. Márcame, Amado Señor, con el signo de Tus verdaderos discípulos, y anímame en todas las cosas con Tu Santo Espíritu. Amén.

Te pedimos Espíritu Santo que nos concedas la siguiente gracia, si es la Divina Voluntad:

(Pedir la gracia que se desea obtener).

Padre Nuestro, Ave María y Gloria.

Leave A Comment