NOVENA AL ESPÍRITU SANTO, SEXTO DÍA.

ORACIÓN INICIAL (Acto de Consagración diaria al Espíritu Santo):

De rodillas ante la gran multitud de testigos celestiales, me ofrezco en cuerpo y alma a Ti, Eterno Espíritu de Dios. Adoro el brillo de Tu pureza, la infalible agudeza de Tu justicia y el poder de Tu amor. Eres la Fuerza y ​​la Luz de mi alma. En Ti vivo, me muevo y tengo mi ser. Deseo nunca afligirte por la infidelidad a la gracia y ruego con todo mi corazón para que se me guarde del más pequeño pecado contra Ti. Guarda misericordiosamente cada uno de mis pensamientos y concédeme que siempre pueda velar por Tu luz, escuchar Tu voz y seguir Tus misericordiosas inspiraciones. Me aferro a Ti, me entrego a Ti y te pido, por Tu compasión, que me cuides en mi debilidad. 

Sosteniendo los Pies traspasados ​​de Jesús, mirando Sus Cinco Llagas, confiando en Su Preciosa Sangre y adorando Su Costado abierto y Su Corazón herido, Te imploro, Espíritu adorable, para que me guardes en Tu gracia para que nunca peque contra Ti. Dame la gracia, oh Espíritu Santo, Espíritu del Padre y del Hijo, para decirte siempre y en todo lugar: “Habla Señor que Tu siervo escucha”. Amén.

DÍA SEXTO:

“Todos los que son guiados por el Espíritu de Dios son hijos de Dios. Pues no recibisteis un espíritu de esclavos para recaer en el temor; antes bien, recibisteis un espíritu de hijos adoptivos que nos hace exclamar: ¡Abbá, Padre!”. (Romanos 8:14-15).

Don de Piedad:

El Don de Piedad es una gracia que nos inclina a cumplir con facilidad todo lo que se refiere al honor y servicio de Nuestro Padre Celestial.

El Don de Piedad “no se identifica con el tener compasión de alguien, tener piedad del prójimo, sino que indica nuestra pertenencia a Dios y nuestro vínculo profundo con Él, un vínculo que da sentido a toda nuestra vida y que nos mantiene firmes, en comunión con Él, incluso en los momentos más difíciles y tormentosos”. “El don de piedad nos hace crecer en la relación y en la comunión con Dios y nos lleva a vivir como hijos suyos, al mismo tiempo nos ayuda a volcar este amor también en los demás y a reconocerlos como hermanos“. “El don de piedad significa ser verdaderamente capaces de gozar con quien experimenta alegría, llorar con quien llora, estar cerca de quien está solo o angustiado, corregir a quien está en el error, consolar a quien está afligido, acoger y socorrer a quien pasa necesidad. Hay una relación muy estrecha entre el don de piedad y la mansedumbre. El don de piedad que nos da el Espíritu Santo nos hace apacibles, nos hace serenos, pacientes, en paz con Dios, al servicio de los demás con mansedumbre“. Papa Francisco.

ORACIÓN FINAL (Oración para pedir los siete dones del Espíritu Santo):

Oh Señor Jesucristo, que antes de ascender al Cielo prometiste enviar el Espíritu Santo para completar Tu obra en las almas de Tus Apóstoles y Discípulos, dígnate concederme el mismo Espíritu Santo, para que perfeccione en mi alma la obra de Tu gracia y Tu amor. Concédeme el Espíritu de Sabiduría, para que pueda despreciar las cosas perecederas de este mundo y aspirar sólo a las cosas que son eternas; el Espíritu de Entendimiento, para iluminar mi mente con la luz de Tu Divina verdad; el Espíritu de consejo, para que siempre pueda elegir la forma más segura de agradar a Dios y ganar el cielo; el Espíritu de Fortaleza, para que pueda llevar mi cruz contigo y para que pueda vencer con valentía todos los obstáculos que se oponen a mi salvación; el Espíritu de Conocimiento, para que pueda conocer a Dios y conocerme a mí mismo y perfeccionarme en la ciencia de los Santos; el espíritu de piedad, para que encuentre dulce y amable el servicio de Dios; el Espíritu de Temor, para que pueda estar lleno de una reverencia amorosa hacia Dios y pueda temer de alguna manera desagradarle. Márcame, Amado Señor, con el signo de Tus verdaderos discípulos, y anímame en todas las cosas con Tu Santo Espíritu. Amén.

Te pedimos Espíritu Santo que nos concedas la siguiente gracia, si es la Divina Voluntad:

(Pedir la gracia que se desea obtener).

Padre Nuestro, Ave María y Gloria.

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