El 7 de noviembre de 1999 se celebró una Misa solemne en la Basílica Subterránea San Pío X, del Santuario de Nuestra Señora de Lourdes, con motivo de la Asamblea Plenaria de los Obispos de Francia. Fue concelebrada por Monseñor Billé, Arzobispo de Lyon, por el arzobispo de París, cardenal Jean-Marie Lustiger, y por otros obispos franceses, por sacerdotes y superiores de los monasterios trapenses de todo el mundo. La ceremonia fue transmitida en directo por la televisión francesa.

Sobre la patena habían dos Hostias grandes colocadas una encima de la otra y en el momento de la Epíclesis (momento en el que se invoca al Espíritu Santo durante la Santa Misa) las dos Hostias se separan y la de arriba se eleva aproximadamente dos centímetros por encima de la otra quedando suspendida hasta el final de la Consagración.