“Y todo lo conservaba en su Corazón”. En la segunda aparición, el 13 de junio de 1917, según relato de la hermana Lucia: «Después de rezar el Rosario con Jacinta y Francisco y las demás
Señor, ten piedad, Cristo, ten piedad,Señor, ten piedad,Cristo, oyenos,Cristo, escúchanos. Dios Padre celestial,Ten misericordia de nosotros.Dios Hijo Redentor del mundo,Ten misericordia de
¡Dulcísimo Jesús, Redentor del género humano, míranos humildemente postrados ante Tus altares! Tuyos somos, y tuyos queremos ser; pero, para estar más unidos a Ti, he aquí que cada
V: Señor, ten piedad de nosotros.R: Señor, ten piedad de nosotros.V: Cristo, ten piedad de nosotros.R: Cristo, ten piedad de nosotros.V: Señor, ten piedad de
Santidad del Corazón de Jesús, consagra mi corazón;Providencia del Corazón de Jesús, vela por mi corazón;Inmutabilidad del Corazón de Jesús, fortalece mi corazón;Pureza del Corazón de