CONSAGRACIÓN A MARÍA, ROSA MÍSTICA.
Oh, Virgen Inmaculada, Madre de Gracia, Reina del cielo y de la tierra,
refugio de los pecadores,
Rosa Mística que traes las maravillosas fragancias de Dios,
nos consagramos a Tu Inmaculado Corazón.
Te consagramos nuestros corazones,
nuestras almas, nuestras familias,
todo lo que poseemos.
Para hacer efectiva y duradera esta consagración,
renovamos hoy nuestras promesas bautismales y de confirmación
y nos comprometemos a vivir como buenos cristianos,
fieles a Dios, a la Iglesia y al Papa.
Deseamos rezar el Santo Rosario,
participar de la Sagrada Eucaristía,
dar importancia al primer sábado de mes,
trabajar por la conversión de los pecadores,
orar por los fieles sacerdotes de Tu Hijo Jesús
y por todas las almas devotas a Él.
Amén.
¡Rosa Mística, ruega por nosotros!
Tomado de la página del Santuario de María, Rosa Mística.