ENERO 8: NUESTRA SEÑORA DEL PRONTO SOCORRO.

En New Orleans, Luisiana, Estados Unidos, está ubicado el Santuario Nacional de Nuestra Señora del Pronto Socorro.

Ante la imagen de Nuestra Señora del Pronto Socorro acuden cada año numerosos fieles para pedir favores, en especial para pedir protección frente a un peligro inminente, tormentas, guerras y enfermedades. Para muchos fieles, el Santuario es un refugio donde se encuentra esperanza, consuelo, paz, y a donde acuden aclamando con confianza: «¡Nuestra Señora del Pronto Socorro, apresúrate a ayudarnos!».

Historia:

En 1727 las Ursulinas francesas llegaron a Nueva Orleans y establecieron una escuela para niñas que actualmente es la más antigua de Estados Unidos.

En 1800, el territorio se encontraba bajo ocupación francesa y temiendo el sentimiento anticlerical de la Revolución Francesa, un gran grupo de Hermanas abandonó Nueva Orleans y se dirigió a Cuba.

La Madre San André Madier, una de las siete Hermanas que quedaron, escribió a su prima, la Madre San Miguel Gensoul, una Ursulina que se encontraba en Francia, pidiéndole ayuda con el Convento y la Escuela.

La Madre San Miguel, en medio de la persecución durante la revolución Francesa se había visto obligada a abandonar su monasterio en Pont-Saint-Esprit e ir a Montpellier, donde abrió un internado para niñas. El obispo Fournier le dijo que solo el Papa, a quien Napoleón había puesto prisionero, podía concederle el permiso para viajar.

Un día, mientras la Madre San Miguel oraba ante una estatua de la Santísima Virgen, le dijo estas palabras:

«Oh Santísima Virgen María, si obtienes una pronta y favorable respuesta a mi carta, te prometo que te honraré en Nueva Orleans bajo el título de Nuestra Señora del Pronto Socorro».

Al enviar su petición el 19 de marzo de 1809, la Madre San Miguel recibió una carta del Papa Pío VII concediendo el permiso el 29 de abril de 1809. La Madre San Miguel mandó a hacer una estatua de la Virgen María con sus túnicas sueltas para que pareciera que se movía rápidamente y sosteniendo al Niño Jesús en sus brazos.

Así, cuando la Madre San Miguel, sus compañeras y la estatua de la Santísima Virgen María con el Niño Jesús llegaron a Nueva Orleans, inició la devoción a Nuestra Señora del Pronto Socorro que se ha extendido por todo Luisiana y Estados Unidos.

En 1894, el Papa León XIII concedió la coronación solemne de la estatua y en 1912 la devoción fue aprobada oficialmente por Roma.

Nuestra Señora del Pronto Socorro ha respondido favorablemente a las súplicas de sus fieles y son numerosos los milagros obtenidos gracias a Su intercesión.

Estos son dos de los milagros más conocidos:

NUESTRA SEÑORA DEL PRONTO SOCORRO Y EL INCENDIO DE NUEVA ORLEANS:

En 1812 inició un incendio en Nueva Orleans que amenazaba con producir una gran devastación. El convento de las Ursulinas se enfrentaba a una destrucción inminente. El superior ordenó a las hermanas y a los niños de la escuela que abandonaran el lugar. Sin embargo, en ese momento, una Hermana llamada Sor San Antonio colocó una pequeña estatua de Nuestra Señora del Pronto Socorro en la ventana y la Madre San Miguel comenzó a rezar en voz alta: «¡Nuestra Señora del Pronto Socorro, estamos perdidos a menos que te apresures a ayudarnos!». Inmediatamente, el viento cambió de dirección, alejando las llamas del convento, lo que permitió extinguir el fuego. El convento de las Ursulinas fue uno de los pocos edificios que se salvaron de la destrucción.

NUESTRA SEÑORA DEL PRONTO SOCORRO Y LA BATALLA DE NUEVA ORLEANS:

Otro de los milagros fue el 8 de enero de 1815 en la Batalla de Nueva Orleans. Los 6.000 soldados estadounidenses del general Andrew Jackson se enfrentaron a 15.000 soldados británicos.

Las hermanas iniciaron vigilias de oración que duraban toda la noche. Los soldados del general Andrew Jackson eran menos, estaban poco preparados y mal equipados, mientras que el ejército británico los superaba en cantidad de soldados y estaban muy bien equipados.

En la víspera de la Batalla, los residentes de Nueva Orleans se unieron a las hermanas Ursulinas en su convento para orar durante toda la noche, implorando la ayuda de Nuestra Señora del Pronto Socorro para que diera la victoria a Estados Unidos, salvando a la ciudad del control británico. La Superiora Ursulina, la Madre Ste. Marie Olivier de Vezin, prometió a Nuestra Señora que se ofrecería una Misa de acción de gracias cada año por la ayuda recibida.

En la mañana del 8 de enero, el Padre William Dubourg, Vicario General, ofreció la Santa Misa en el altar en el que se había colocado la estatua de Nuestra Señora del Pronto Socorro. Durante la Santa Misa, un mensajero corrió a la capilla para informar a todos los presentes que habían ganado la batalla, los británicos se habían confundido por la niebla y se habían adentrado en un pantano. Al terminar la Santa Misa en la capilla entonaron alegremente el canto del Te Deum.

Desde entonces, el 8 de enero de cada año se celebra la Santa Misa de acción de gracias y el día de Nuestra Señora del Pronto Socorro.

Tomado de la página del Santuario Nacional de Nuestra Señora del Pronto Socorro: The National Shrine of Our Lady of Prompt Succor (shrineolps.com)

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