SEGUNDO DÍA DE LA NOVENA DE LA DIVINA MISERICORDIA.
Por la señal, de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos Señor, Dios Nuestro. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS:
Dios Eterno cuya Misericordia es infinita y en quien el tesoro de la compasión es inagotable, míranos bondadosamente, y auméntanos Tu Misericordia, con el fin de que en los momentos difíciles, no nos desesperemos ni nos desalentemos, sino que con la máxima confianza nos sometamos a Tu Santa Voluntad que es el Amor y la Misericordia misma. Amén.
SEGUNDO DÍA (Las almas de los Sacerdotes y Religiosos):
“Hoy, tráeme a las almas de los Sacerdotes y religiosos, y sumérgelas en el mar de Mi Misericordia insondable. Fueron ellas las que me dieron fortaleza para soportar mi amarga Pasión. A través de ellas, como a través de canales, Mi Misericordia fluye hacía la humanidad”.
Jesús Misericordioso de quien procede todo bien, aumenta Tu gracia en nosotros para que realicemos dignas obras de Misericordia, de manera que todos aquellos que nos vean, glorifiquen al Padre de Misericordia que está en el cielo.
Padre Eterno, mira con Misericordia al grupo elegido de Tu viña, a las almas de los sacerdotes y a las almas de los religiosos. Otórgales el poder de Tu bendición. Por el Amor del Corazón de Tu Hijo, en el cual están encerradas, concédeles el Poder de Tu Luz para que puedan guiar a otros en el camino de la salvación, y a una sola voz canten alabanzas a Tu Misericordia sin límites, por los siglos de los siglos. Amén.
HACER LA CORONILLA DE LA DIVINA MISERICORDIA.