CUARTO DÍA DE LA NOVENA DE LA DIVINA MISERICORDIA.
Por la señal, de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos Señor, Dios Nuestro. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS:
Dios Eterno cuya Misericordia es infinita y en quien el tesoro de la compasión es inagotable, míranos bondadosamente, y auméntanos Tu Misericordia, con el fin de que en los momento difíciles, no nos desesperemos ni nos desalentemos, sino que con la máxima confianza nos sometamos a Tu Santa Voluntad que es el Amor y la Misericordia misma. Amén.
CUARTO DÍA (Los que no creen y no conocen a Dios):
“Hoy, tráeme aquellos que no creen en Dios, y que todavía no me conocen. También pensaba en ellos durante Mi Amarga Pasión, y su futuro celo consoló Mi Corazón. Sumérgelos en el mar de Mi Misericordia”.
Jesús compasivo, que eres la luz del mundo entero. Acoge en la morada de Tu Piadoso Corazón a las almas de aquellos que no creen en Dios, y de aquellos que todavía no te conocen. Que los rayos de Tu Gracia las iluminen, para que también ellas, unidas a nosotros, ensalcen Tu Misericordia admirable, y no las dejes salir de la morada de Tu Compasivo Corazón.
Padre Eterno, mira con Misericordia las almas de aquellos que no creen en Ti, y de los que todavía no te conocen, pero que están encerrados en el Compasivo Corazón de Jesús. Atráelas hacía la luz del Evangelio. Estas almas desconocen la gran felicidad que es amarte. Concédeles que también ellas ensalcen la generosidad de Tu Misericordia por los siglos de los siglos. Amén.
HACER LA CORONILLA DE LA DIVINA MISERICORDIA.