En el año 600 se propagó por Italia una terrible epidemia y el Sumo Pontífice San Gregorio Magno salió en procesión por las calles de Roma acompañado por numerosos fieles, orando y
Por la señal, de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos Señor, Dios Nuestro. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS: Dios Eterno cuya