Oh Santísima Virgen María, con Tu presencia al pie de la Cruz, consolaste y fortaleciste a Tu Divino Hijo mientras ofrecía Su vida al Padre para redimirnos. Quédate conmigo en la hora de mi
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. ORACIÓN INICIAL (Acto de Consagración diaria al Espíritu Santo): Recibe ¡oh Espíritu Santo!, la consagración absoluta de todo mi