QUINTO DÍA DE LA NOVENA A MARÍA AUXILIADORA.
Oh Santísima Virgen María, con Tu presencia en el cenáculo el día de Pentecostés, fortaleciste y animaste a los apóstoles y discípulos mientras esperaban la venida del Espíritu Santo; ayúdame a estar siempre dispuesto para recibir los dones del Santo Espíritu y que mi fe sea siempre profunda y viva. También te pido Madre que me alcances de Tu Divino Hijo Jesús, la gracia especial que pido en esta novena:
(Pedir la gracia que se desea obtener).
Ruega por nosotros, oh Inmaculada, Auxiliadora de los cristianos, para que seamos dignos de alcanzar las promesas y gracias de nuestro Señor Jesucristo.
Padre Celestial, aumenta en nuestro corazón el amor a María, nuestro auxilio y el auxilio de todos los cristianos. Que luchemos vigorosamente para defender nuestra fe aquí en la tierra y algún día podamos alabar Tus victorias en el cielo. Por Jesucristo, Tu Hijo y nuestro Señor. Amén.
Padre Nuestro, Ave María, Gloria.
¡Bendito y alabado sea en todo momento el Santísimo Sacramento del Altar!
Rezar una Salve y terminar diciendo:
¡María Auxiliadora, ruega por nosotros!