CRUX ANGELICA DE SANTO TOMÁS DE AQUINO.
Santo Tomás de Aquino, uno de los doctores de la Iglesia, lleno de sabiduría dejó numerosos escritos, oraciones, himnos. En el libro “Santo Tomás de Aquino, de la Orden de Predicadores 1225-1274: un estudio biográfico del Doctor Angélico”, John Placid Conway escribe lo siguiente sobre Santo Tomás:
“Una providencia especial lo cuidó durante su infancia. Una noche de junio de 1228, un rayo cayó sobre la torre en la que el niño de gracia dormía junto a su nodriza: en agonía mental, la madre alarmada corrió al lugar encontrándolo ileso, mientras su pequeña hija yacía muerta y carbonizada. Los caballos en los establos también habían fallecido. Como consecuencia de esto, años más tarde, Santo Tomás trazó en letras mayúsculas en las paredes de una cueva subterránea en Anagni, este dístico en forma de cruz”:
“La Cruz es mi salvación segura, la Cruz es lo que siempre adoro. ¡La Cruz del Señor está conmigo! ¡La Cruz es mi refugio!”.
Crux, Mihi, Certa, Salus: La Cruz es mi salvación segura.
Crux, Est, Quam, Semper, Adoro: La Cruz es lo que siempre adoro.
Crux, Dómini, Mecum: La Cruz del Señor está conmigo.
Crux, Mihi, Refugium: La Cruz es mi refugio.
Esta oración tiene 300 días de indulgencia otorgadas por el Papa Pío IX el 21 de Junio de 1874.
Para leer la Crux Angélica se comienza desde el centro, en donde hay una letra C desde donde comienza la CRUX hacia arriba, hacia abajo, a la izquierda y hacia la derecha seguido de las otras palabras en latín: