Mañana es la fiesta de Nuestra Señora del Carmen a quien conocemos como nuestra Estrella del Mar.

Cuenta la historia que en el siglo XIII los carmelitas abandonaron el Monte Carmelo debido a la invasión de los Sarracenos, y una tarde, mientras cantaban la Salve, la Virgen María se les apareció y les prometió ser su Estrella del Mar, guiarlos y protegerlos siempre.

Años después, en un momento difícil para la Orden Carmelita, San Simón Stock, a quien la Virgen María dio la devoción y la promesa del Santo Escapulario, acudió a la Virgen María suplicando su ayuda y compuso una oración en la que llama a Nuestra Santísima Madre: Estrella del Mar. Con esta oración sus suplicas fueron escuchadas:

¡Oh Bellísima Flor del Carmelo, Fructífera Viña, Resplandor del Cielo, Madre Singular del Hijo de Dios, Virgen Siempre Pura! Madre Santísima, después de habernos traído el Hijo de Dios, permaneciste intacta y sin mancha. ¡Oh Bienaventurada Siempre Virgen, asísteme en esta necesidad! ¡Oh Estrella del Mar, auxíliame y protégeme!

La Virgen del Carmen ha hecho numerosos milagros por medio de la devoción al Santo Escapulario, muchos de estos milagros se han llevado a cabo el mar.

Uno de los milagros fue en 1845: Un barco inglés llamado «Rey del Océano» se encontraba en medio de una fuerte tormenta y las olas lo azotaban sin piedad. Todos se llenaron de temor, entre la tripulación se encontraba un joven Irlandés, llamado John McAuliffe, quien al ver la gravedad de la situación se quitó su Escapulario, hizo con él la Señal de la Cruz sobre las furiosas olas y lo lanzó al océano. Milagrosamente el mar quedó en calma y una ola llegó a los pies del joven devolviéndole su Escapulario. Al ver esto, muchos de los que contemplaron el acontecimiento, se convirtieron y se hicieron devotos de la Virgen María y del Santo Escapulario.