NOVENA DE LA NATIVIDAD DE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA, SEGUNDO DÍA.

ORACIÓN INICIAL:  

Dios te Salve, Reina Y Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra. Dios te Salve; a ti llamamos los desterrados hijos de Eva. A ti suspiramos gimiendo y llorando, en este valle de lágrimas. Ea, pues Señora, abogada nuestra. Vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos. Después de este destierro muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre. ¡Oh clemente! ¡oh piadosa! ¡oh, dulce siempre Virgen María!  Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios, para que seamos dignos de alcanzar las promesas y gracias de Nuestro Señor Jesucristo.  Amén        

Señor Jesús, concedenos obtener por los méritos del nacimiento de María, Tu Santísima Madre, las gracias que te pedimos en esta novena:

(Pedir la gracia que se desea obtener).

MEDITACIÓN SEGUNDO DÍA: Ana ora en el templo y es escuchada.

Ana le cuenta a Joaquín lo que sucedió en el templo: “El ultimo día mientras oraba en el templo, recuerdo que decía estas palabras: Todavía, todavía un poco. No quería sepárame de ese lugar hasta haber obtenido lo que quería. En la sombra que bajaba del interior del lugar sagrado, que estaba yo mirando como estática para arrancar a Dios oculto su favor, vi que salía una luz, una chispa de luz hermosísima. Era blanca como la luna y sin embargo encerraba   en si todas las luces de todos las perlas y joyas que haya sobre la tierra. Parecía como si de la gloria misma del Velo Sagrado, partiese un llama de fuego y veloz a mi llegase, y al cortar el aire cantase con celestial voz: Hágase lo que has pedido”.

PALABRAS DE JESUS: “Piensa ahora cual debió ser la belleza de esta alma que el Padre había mirado con complacencia antes de que los tiempos existiesen, de esta alma que era la delicia de la Trinidad, a la que ella quería adornar con sus dones, para que fuera un don así misma. La toda santa, a quien Dios creo para Si y luego para la salvación de los hombres. La que llevó al Salvador fue la primera en haber sido salvada. Paraíso viviente que con su Sonrisa santifica la tierra.

María amó desde el momento en que fue concebida. ¿Qué cosa es lo que da al espíritu luz y conocimiento? La gracia. ¿Qué cosa es lo que quita la Gracia? El pecado original y el pecado mortal. María la que no tuvo mancha, jama se vio privada del pensamiento de Dios, de su cercanía, de su amor, de su luz, de su sabiduría”.

ORACIÓN FINAL:

Proclama mi alma la grandeza del Señor y se alegra mi espíritu en Dios mi Salvador.

Porque ha mirado la humillación de su esclava, desde ahora me llamarán Bienaventurada todas las generaciones. Porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí; Su Nombre es Santo. Y Su misericordia llega a los que le temen, de generación en generación.

El hace proezas con Su brazo: Dispersa a los soberbios de corazón, derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes, a los hambrientos los colma de bienes y a los ricos los despide vacíos.

Auxilia a Israel Su Siervo, acordándose de Su misericordia. Como lo había prometido a nuestro Padre Abraham y a toda su descendencia por siempre.

Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo. Como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

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