Santa Dymphna nació en Irlanda a finales del siglo VI. Era hija de un rey pagano y su madre era Cristiana.

La madre de Dympha murió joven y el rey se entristeció mucho y empezó a sufrir trastornos mentales. Para llenar el vacío le fue recomendado casarse nuevamente, él accedió pero solo si su nueva esposa era igual a la primera. Al no lograr encontrar una igual, le fue sugerido casarse con su hija que era muy parecida a su madre.

Santa Dymphna se negó a aceptar la propuesta de su padre y, siguiendo el consejo de su confesor, el Padre Gerebern, huyó y se refugió en Anveres, Bélgica, en la aldea de Gheel, cerca a un santuario dedicado a San Martín de Tours.

Cuando el rey encontró a Santa Dymphna trató de convercerla de irse con él, pero al no conseguir que cambiara de opinión, ordenó a sus hombres que mataran al Padre Gerebern y a Dymphna. Los acompañantes del rey le quitaron la vida al Padre Gerebern pero no pudieron hacerle daño a Dymphna. El rey cogió su espada y le cortó la cabeza a Dymphna.

Cada 15 de mayo se celebra la fiesta de Santa Dymphna y también la de San Gerebern.

Santa Dymphna es la Santa Patrona de las personas que tienen problemas emocionales y trastornos mentales. Sus restos se encuentran en un relicario de plata y muchas personas acuden a Gheel para pedir su intercesión.