ORACIÓN INICIAL (Acto de Consagración diaria al Espíritu Santo): De rodillas ante la gran multitud de testigos celestiales, me ofrezco en cuerpo y alma a Ti, Eterno Espíritu de Dios. Adoro
ORACIÓN INICIAL (Acto de Consagración diaria al Espíritu Santo): De rodillas ante la gran multitud de testigos celestiales, me ofrezco en cuerpo y alma a Ti, Eterno Espíritu de Dios. Adoro
ORACIÓN INICIAL (Acto de Consagración diaria al Espíritu Santo): De rodillas ante la gran multitud de testigos celestiales, me ofrezco en cuerpo y alma a Ti, Eterno Espíritu de Dios. Adoro
ORACIÓN INICIAL (Acto de Consagración diaria al Espíritu Santo): De rodillas ante la gran multitud de testigos celestiales, me ofrezco en cuerpo y alma a Ti, Eterno Espíritu de Dios. Adoro
ORACIÓN INICIAL (Acto de Consagración diaria al Espíritu Santo): De rodillas ante la gran multitud de testigos celestiales, me ofrezco en cuerpo y alma a Ti, Eterno Espíritu de Dios. Adoro
ORACIÓN INICIAL (Acto de Consagración diaria al Espíritu Santo): De rodillas ante la gran multitud de testigos celestiales, me ofrezco en cuerpo y alma a Ti, Eterno Espíritu de Dios. Adoro
ORACIÓN INICIAL (Acto de Consagración diaria al Espíritu Santo): Recibe ¡oh Espíritu Santo!, la consagración absoluta de todo mi ser que Te hago en este día para que seas en adelante, en cada
El domingo después de Pentecostés celebramos la Solemnidad de la Santísima Trinidad. El Catecismo de la Iglesia Católica nos dice: “El misterio de la Santísima Trinidad es el misterio
Alabado sea el Padre nuestro Creador, Alabado sea el Hijo nuestro Redentor, Alabado sea el Espíritu Santo nuestro Consolador. Alabadas sean las tres personas de la Santísima Trinidad que se aman
El don más grande que el Espíritu Santo imparte al alma es la Gracia santificante, don tan sublime, tan precioso y divino que sobrepasa la comprensión humana, le da al alma una semejanza con Dios