NACIMIENTO DEL DIVINO NIÑO JESÚS SEGÚN MARÍA VALTORTA.
Resumen del Nacimiento de Jesús según revelaciones de Maria Valtorta:
José entra en la cueva, como hay poca luz, enciende una lámpara que toma de la alforja que trae sobre sus espaldas. El mugido de un buey lo saluda. «Ven María. Esta vacía. No hay sino un buey». Dice José y sonríe. María baja del borriquillo y entra.
José pone la lámpara sobre un clavo que está en un tronco. José a pesar del cansancio y en medio del intenso frio limpia la cueva, enciende una fogata y se prepara a descansar.
María de rodillas sobre el heno que está en el suelo se pone a orar, una larga plegaria. Alrededor de María la luz aumenta, aumenta, aumenta, parece como si bajara del cielo. La luz emana cada vez con mas fuerza del cuerpo de María. Ya es la depositaria de la luz. La que será la luz del mundo. A la presencia de esta luz todo se transforma dentro de la cueva. Cada piedra es un macizo de plata, cualquier agujero un brillar de ópalos. El heno no es más hierba es hilo de plata pura. El pesebre, en su madera negra, es un bloque de plata bruñida.
Ahora veo a María con su Hijo entre sus brazos. Un pequeñín de color rosado y gordito que mueve sus manitas. María llama a José: «José ven. José corre». Ambos esposos se miran con lagrimas de felicidad. María dijo a José: «Ofrezcamos a Jesús al Padre». José se arrodilla y María de pie levanta su Hijo y dice: “Heme aquí. En su Nombre, ¡Oh Dios! te digo esto: Heme aquí para hacer Tu voluntad. Y con El, Yo, María y José, mi esposo. Aquí están Tus siervos, Señor. Que siempre hagamos a cada momento, en cualquier cosa, Tu voluntad, para gloria Tuya y por amor Tuyo».
El Niño es arrullado por su Madre, lo envuelve en pañales y lo coloca en el pesebre, en medio del buey y del asno que le dan calor.