LA MISERICORDIA DIVINA Y LOS AGONIZANTES .
Jesús dijo a Santa María Faustina:
«Cuando reces el Rosario de la Misericordia cerca de un agonizante, se aplaca la ira divina y la insondable misericordia envuelve el alma».
(Diario No 811).
Diario 1565:
«Cuando entré por un momento en la Capilla, el Señor me dijo: «Hija mía ayúdame a salvar un pecador agonizante, reza por el este Rosario que te he enseñado».
Al empezar a rezar el Rosario, vi al moribundo entre terribles tormentos y luchas: El Ángel custodio lo defendía, pero era impotente ante la gran miseria de aquella alma. Una multitud de demonios estaban esperando aquella alma. Mientras rezaba el Rosario de la Misericordia vi a Jesús tal y como está pintado en la imagen. Los rayos que salieron del Corazón de Jesús envolvieron al agonizante y las fuerzas de las tinieblas huyeron en pánico. El agonizante expiró sereno.
Cuando volví en mi comprendí la importancia que tiene este Rosario rezado junto a un agonizante. El Rosario de la Misericordia aplaca la ira de Dios«.