SAN JOSÉ, TERROR DE LOS DEMONIOS.

«Es una gran bendición para las almas estar bajo la protección del Santo que hace que los demonios tiemblen y huyan».

Beato Bartolo Longo.

En el libro Consagración a San José, Maravillas de Nuestro Padre Espiritual, el Padre Donald Calloway escribe:

«El título “Terror de los Demonios” es el título más singular de San José. Es un título imponente y autoritativo, es el título de un guerrero. El lirio que sostiene San José en su mano es una poderosa arma espiritual, una espada de pureza. Tiene el poder de atravesar dragones lanza fuegos (demonios) y vencer todo tipo de inmundicia y oscuridad. El lirio que empuña es una amenaza para todos los inmundos ejércitos de Satanás».

También nos cuenta la historia del Beato Bartolo Longo un sacerdote satánico convertido al Catolicismo:

Bartolo Longo nació en Latiano, Italia, de una familia católica devota. De joven estudió leyes en la Universidad de Nápoles. Después de ser arrasado por varias ideologías políticas, se convirtió en un anti-católico, radicalmente opuesto a lo que consideraba “cuentos de viejas” del catolicismo. En poco tiempo, de la adhesión a ideologías nacionalistas pasó a involucrarse en el espiritismo, asistiendo a “séances” o sesiones espiritistas, para finalmente ser ordenado sacerdote de Satanás.

La participación de Bartolo en lo oculto y el espiritismo lo dejó vacío e infeliz. Sufría de alucinaciones, tortuosas pesadillas, agotamiento nervioso, dolores corporales y severa depresión. Buscando ayuda, acudió a un amigo y a un sacerdote dominico, y comenzó a experimentar una conversión radical.

Temiendo por su alma, renunció al espiritismo y a sus prácticas, regresando al catolicismo de su juventud. En agradecimiento por haber sido liberado de lo oculto, se convirtió en dominico de la Tercera Orden y dedicó su vida a difundir el Rosario, especialmente con la renovación de la fe católica en la antigua ciudad de Pompeya y construyendo allí la Basílica de Nuestra Señora del Rosario. Era muy devoto de San José, le rezaba diariamente, y se sentía particularmente apegado a su título de “Terror de los Demonios.” Bartolo amaba tanto a San José, que escribió un voluminoso libro de meditaciones y oraciones a San José para ser usado en el mes de marzo. Bartolo Longo, el antiguo sacerdote satánico, fue beatificado por San Juan Pablo II en 1980. (Su fiesta es el 5 de octubre).

También el Padre Donald Calloway escribe:

La vida de Bartolo Longo nos da más pruebas de que las maravillas de San José son incontables y que al demonio le aterrorizan todas ellas.

La paternidad de San José aterroriza al demonio.
La humildad de San José aterroriza al demonio.
La caridad de San José aterroriza al demonio.
La pobreza de San José aterroriza al demonio.
La pureza de San José aterroriza al demonio.
La obediencia de San José aterroriza al demonio.
El silencio de San José aterroriza al demonio.
El sufrimiento de San José aterroriza al demonio.
La oración de San José aterroriza al demonio.
El nombre de San José aterroriza al demonio.
El sueño de San José aterroriza al demonio
.

Y hablando sobre la Iglesia que en este momento está atravesando por una gran crisis, escribe lo siguiente:

¡La Iglesia y el mundo necesitan hombres que sean terror de los demonios!, y eso únicamente sucederá cuando los hombres imiten la pureza de San José. Cuando los hombres lo hagan, el mundo será renovado; cuando sacerdotes y obispos lo hagan, la Iglesia será renovada. Cuando los sacerdotes y obispos tengan corazones puros que reflejen un espíritu caballeresco y la pureza de un guerrero como la de San José, las parroquias volverán a estar repletas con una multitud de personas ansiosas por escuchar las cosas de Dios. Cuando los obispos imiten la pureza, el celo y la paternidad de San José, la humanidad volverá a ver a la Iglesia como la brújula moral del mundo. Todos los hombres pueden llegar a ser terror de los demonios imitando a San José.

ORACIÓN A SAN JOSÉ TERROR DE LOS DEMONIOS:

San José, Terror de los Demonios, lanza tu solemne mirada sobre el demonio y todos sus secuaces, y protégenos con tu poderosa vara. Huiste de noche para evitar los malvados planes del maligno; ahora, con el poder de Dios, ¡aniquila a los demonios que huyen de ti! Te suplicamos que protejas especialmente a los niños, a los padres, a las familias y a los moribundos. Por la gracia de Dios, ningún demonio se atreve a acercarse cuando tú estás cerca, y por eso te pedimos que ¡siempre estés junto a nosotros!

Amén.

¡San José, Terror de los demonios, ruega por nosotros!

San José, Terror de los demonios. Ilustración por Bernadette Carstensen.
San José, Terror de los demonios. Ilustración por Bernadette Carstensen.

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