Llegado el Domingo de Ramos, salió Su Majestad con sus discípulos para Jerusalén, asistido por muchos Ángeles que le alababan. Llegando a Betfagé, envió dos discípulos a la casa de un hombre
Jesús anunció el día de su entrada triunfal: mandó que llamaran a todos los apóstoles y discípulos, y habló largamente con ellos. Los apóstoles estaban tristes. Con Judas se manifestó amable