ABRIL 26: NUESTRA SEÑORA DEL BUEN CONSEJO.

Hoy celebramos el día de Nuestra Señora del Buen Consejo de Genazzano. La historia la podemos dividir en dos partes. La primera parte aconteció en Scútari, Albania, y la segunda parte en Genazzano, Italia.

PRIMERA PARTE:

En el siglo XIV el Imperio Turco intentaba invadir Albania pero gracias a un valiente principe, Scanderbeg, la patria se salvó en varias ocasiones de la invasión de los Otomanes. Scanderbeg es considerado un héroe en Albania porque guio con sabiduría y valentía a sus soldados en las batallas. Tenía un gran amor a la Santísima Virgen María y en medio de cada batalla, él y sus soldados se arrodillaban ante una imagen de la Santísima Virgen: Nuestra Señora del Buen Consejo de Scútari.

Durante más de dos décadas, Scanderbeg logró proteger a Albania y mantenerla libre. Antes de morir le pidió a dos de sus soldados: Giorgio y De Sclavis que cuidaran la imagen de la Santísima Virgen María a la que él le tenía una especial devoción.

Cuando muere el Príncipe Scanderberg, el ejercito turco invadió Albania. Giorgio y De Sclavis pidieron a la Santísima Virgen que los guiara y les mostrara qué debían hacer. La Virgen María escuchó sus oraciones, se les apareció en sueños y les pidió que la acompañaran en un viaje. Aunque en ese momento no entendieron el significado del sueño, al poco tiempo, mientras Giorgio y De Sclavis se encontraban orando ante la Imagen, vieron que esta se desprendía de la pared y se alejaba flotando por el aire en medio de una nube luminosa. Giorgio y De Sclavis recordaron el sueño y siguieron la Imagen que se dirigió al Mar Adriático hasta llegar a Italia, a una pequeña ciudad cerca a Roma: Genazzano.

Giorgio y De Sclavis siguiendo la imagen.
Recorrido de la Imagen desde Scutari a Genazzano

SEGUNDA PARTE:

En Genazzano, había una Iglesia ubicada en una colina. La Iglesia se encontraba en muy mal estado. Petruccia de Nocera, una señora muy devota de la Santísima Virgen María, decidió restaurarla pero no pudo terminarla por falta de fondos, por lo cual sus vecinos se burlaban de ella. Petruccia decidió orar mucho para poder terminar la construcción.

El 25 de abril, día de San Marcos, mientras los habitantes de Genazzano se encontraban celebrando las fiestas del pueblo vieron en el cielo una nube luminosa que volaba y se posaba sobre la Iglesia, las campanas de la Iglesia sonaban y se escuchaba una hermosa melodía celestial. La nube se abrió y todos contemplaron la Imagen de Nuestra Señora y el Divino Niño Jesús.

Al ver el milagro y escuchar la historia de Georgio y De Sclavis, los habitantes de Genazzano y sus alrededores creyeron y con gran devoción acogieron a la Madre de Dios. A partir de ese momento comenzaron a suceder numerosos milagros, curaciones y conversiones.

El Papa Paulo II envió una comisión a Genazzano que después de estudiar lo ocurrido, pudo constatar la veracidad de los hechos. La pintura era la misma que había sido venerada por Scanderberg en Scútari bajo el título de Nuestra Señora del Buen Consejo. La imagen, estaba pintada en un material parecido al de la cáscara de huevo sobre el yeso de la pared y no era posible que alguien la haya desprendido sin dañarla.

Imagen original de Nuestra Señora del Buen Consejo.

La Iglesia de Genazzano fue reconstruida y hoy es una Basílica que ha sido visitada por Santos, Papas y por miles de fieles que se acercan cada año a orar ante la Imagen Milagrosa de Nuestra Madre del Buen Consejo de Genazzano.

Madre Teresa de Calcuta y Nuestra Señora del Buen Consejo.
Papa Juan Pablo II y Nuestra Señora del Buen Consejo.
Papa Benedicto XVI y Nuestra Señora del Buen Consejo.
El Papa Benedicto XVI instaló el ícono de Nuestra Señora del Buen Consejo en los jardines del Vaticano.

El Papa León XIII incluyó en las Letanías Lauretanas la invocación: Madre del Buen Consejo.

Durante la Segunda Guerra Mundial en medio de un bombardeo, el altar mayor fue destruido, pero la Imagen milagrosa de Nuestra Señora del Buen Consejo quedó en perfecto estado.

Varias copias de la Imagen se encuentran en Iglesias de diferentes países. Una de esas copias Milagrosas se encuentra en Colombia.

En el libro que narra la historia de la Madre del Buen Consejo hay un capítulo sobre las copias Milagrosas de la Imagen que dice lo siguiente:

«En 1836, un Sacerdote Agustino Español, se sintió inspirado a transmitir esta devoción tan valiosa a los países de América del Sur. El Padre consideró que sería una gran bendición si él, por medio de una ciudad que llevara el nombre de Genazzano y que tuviera un Santuario con la Imagen de La Virgen Madre del Buen Consejo modelada en todo respecto a la original, pudiera establecer la devoción que existió cerca de la Ciudad Eterna con mucho fruto durante tantos siglos.

Luchó duramente para alcanzar su objetivo, y finalmente lo logró por completo. Sucede, pues, que en este momento existe, a poca distancia de Boyacá, en la Arquidiócesis de Santa Fe de Bogota, un «Genazzano del Buen Consejo» con unos diez mil habitantes.

Este nuevo municipio es más grande que Bathurst o Maitland en Nueva Gales del Sur y contiene más católicos que cualquier ciudad episcopal, excepto Sydney o Melbourne, en Australia. Sobre el altar mayor de su iglesia parroquial principal, se entroniza ahora la bella copia de la Virgen Madre del Buen Consejo. Es visitado por multitudes de la capital y el país circundante. Ya los favores recibidos a sus pies, rivalizan con los de los santuarios europeos; y la América del Sur aspira a ser uno de los continentes más destacados en esta hermosísima devoción».

En Boyacá se encuentra el municipio Jenesano que fue bautizado así en honor a Genazzano, Italia, y que tiene la primera Copia Milagrosa de la Imagen en llegar a Latinoamérica. La Imagen se encuentra en la Parroquia Nuestra Señora del Buen Consejo.

Parroquia Nuestra Señora del Buen Consejo en Jenesano, Boyacá. Aquí se encuentra una copia Milagrosa de la Imagen de Nuestra Señora.

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