JESUS, REY DE LA TIERRA.
“El Señor es Rey, está vestido de majestad; el Señor está vestido y ceñido de poder; la Tierra está segura, no se derrumbará”. (Salmo 93).
Pilatos le pregunto a Jesús: ¿Así que Tú eres Rey? Jesús le contestó: “Tú lo has dicho. Yo Soy Rey. Yo para esto he nacido y para esto he venido al mundo, para dar testimonio de la verdad y todo el que es de la verdad escucha mi voz”. Pilatos le dijo: “¿Y qué es la verdad?” (San Juan 18, 37).
Cuando se llevó a cabo el sacrificio expiatorio en la Santísima Cruz para la gloria de Dios Eterno y la salvación de los hombres, el Padre Celestial le entregó a Su Hijo Jesús el título de: REY DE LA TIERRA.
Esta es la verdad, Jesús es Rey de la Tierra, dueño de todas las cosas y que todo lo gobierna.
En una ocasión Jesús entró en una barca con sus discípulos y les dijo: “Vamos al otro lado del lago”. Partieron y mientras cruzaban Jesús se durmió. En esto se desato una fuerte tormenta y la barca empezó a llenarse de agua. Los discípulos asustados fueron a despertar a Jesús, diciéndole: “Maestro, Maestro nos estamos hundiendo”. Jesús se levantó y dio una orden al viento y a las olas, y todo se calmó y quedó tranquilo. Después dijo a los discípulos: “¿Dónde está vuestra fe?”. Y los discípulos, asustados y admirados se decían unos a otros: “¿Quién es este que da ordenes al viento y al agua y le obedecen?”. (San Lucas 8, 22, 25).
Y dijo Jesús: “Todo poder me fue dado por mi Padre en el Cielo y en la Tierra”. (San Mateo 28,18)
ORACIÓN:
Jesús de Nazaret, Rey de la Tierra, por Tu Pasión Dolorosa salva a la Tierra:
Del azote de los terremotos, líbrala, Señor.
De la peste, del hambre y de la guerra, líbrala, Señor.
De toda ira, odio y mala voluntad, líbrala, Señor.
De las asechanzas del maligno enemigo, líbrala, Señor.
“La Misericordia del Señor llena la Tierra”. (Salmo 32).