Santa Águeda, es una Virgen y Mártir que vivió en Catania, Sicilia, durante la persecución del emperador Decio a los cristianos. Nació en una familia noble, tenía una gran belleza, gracia, inteligencia, y grandes virtudes.

El gobernador de Sicilia, Quintiano, se enamoró de ella pero no logró que Santa Águeda, que se había consagrado a Dios, cediera ante sus deseos. Quintiano, al verse rechazado, ordenó que la arrestaran y trató seducirla de varias formas pero como Santa Águeda seguía firme en su fe, ordenó que la torturaran.

Después de varias torturas, Santa Águeda tuvo una visión de San pedro Apóstol quien la consoló y sanos sus heridas. Una de las torturas fue cortarle sus senos, por eso, así como Santa Lucía es representada sosteniendo sus ojos, Santa Águeda es representada sosteniendo sus senos. Es la Santa Patrona de las personas que tienen cáncer de seno.

Cuenta la historia que, antes de morir un fuerte terremoto sacudió la ciudad y que un año después de su muerte, el volcán Etna entro en erupción y los habitantes de la región se encomendaron a Santa Águeda obteniendo que la lava se detuviera milagrosamente, por eso se invoca a Santa Águeda como Patrona contra los volcanes, los rayos y el fuego.

Hace parte de los Catorce Santos Ayudantes. Al igual que Santa Inés y Santa Lucía, su nombre se encuentra en el Canon Romano.