María, esperanza mía,mira a Tus pies a un pobre pecadortantas veces por mi culpa esclavo del mal.Reconozco que me dejé vencer del enemigopor no acudir a Ti, refugio mío.Si a Ti hubiera siempre
Dice Nuestra Señora a Santa Brígida: “Pero a mí, que soy la Madre de Dios y que después de Su muerte me hallaba angustiada con incomprensible dolor, se me apareció mi Hijo antes que a