LA LLAGA MÁS DOLOROSA DE JESÚS.

San Bernardo de Claraval, Doctor de la Iglesia, preguntó a Nuestro Señor Jesucristo cuál fue el dolor más grande que sufrió durante su pasión y el Señor le respondió:

«Yo tenía en el hombro, sobre el cual cargué mi pesada Cruz, una llaga profunda y dolorosa que me atormentaba más que las otras y que no es recordada por los hombres porque no la conocen. Honra esta llaga con devoción y te daré todo lo que me pidas a través de su virtud y mérito. Y a todos aquellos que veneren esta llaga, yo les perdonaré todos sus pecados veniales, no recordaré sus pecados mortales y conseguirán mi gracia y misericordia».

ORACIÓN DE SAN BERNARDO.

¡Oh amado Jesús, manso Cordero de Dios! Yo, miserable pecador, saludo y adoro la Santísima Llaga en Tu hombro causada por el gran peso de Tu Cruz que abriendo Tu Carne desnudó Tus Sagrados huesos causando una gran angustia y de la cual Tu Madre Dolorosa tanto se compadeció. También yo, Oh Jesús, me compadezco de Tu dolor, te adoro, te glorifico y te doy gracias por esta Sagrada y dolorosa herida en la que quisiste cargar Tu pesada Cruz para mi Salvación. Por los sufrimientos que padeciste, el agudísimo dolor y el enorme peso de Tu Cruz, te ruego con mucha humildad, ten misericordia de mí, pobre pecador, perdona mis pecados y condúceme al cielo por el camino de Tu Sagrada Cruz. Amén.

Se reza un Padre Nuestro, Ave María y Gloria.

Madre Santísima imprime en mi corazón las llagas de Jesucristo crucificado.

Oh Dulcísimo Jesús, no seas mi juez sino mi Salvador.

Alabada sea la Santísima Llaga del hombro de Jesús.

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