LA ESCALERA DE SAN JOSÉ.

Cuando se completó la Capilla de Loreto en la ciudad de Santa Fe, Nuevo México (Estados Unidos) en 1878, no había forma de acceder al desván del coro que se encontraba a aproximadamente 7 metros de altura. Consultaron a varias personas pero todas decían que había que derribar el coro y construirlo nuevamente o seguir accediendo al mismo por medio de escaleras de mano.

Para encontrar una solución al problema, las Hermanas de la Capilla de Loreto hicieron una novena a San José, el Santo Patrono de los Carpinteros. En el último día de la novena, un hombre apareció en la Capilla con una caja de herramientas en busca de trabajo.

El carpintero construyó una escalera de 33 escalones con dos giros completos de 360 grados. Todo el peso de la escalera descansa sobre el primer escalón. La escalera no tiene medios de apoyo, se construyó sin clavos y es inexplicable que un solo hombre haya podido armarla. La madera usada para la construcción de la escalera no existe en la región, estudios muestran que es de un abeto que se encuentra en Medio Oriente. Los expertos dicen que es una obra increíble de carpintería, nadie ha podido explicar cómo la escalera se mantiene y no se ha caído hasta el momento.

Tiempo después, al completar la escalera, el carpintero desapareció sin que las hermanas le hubieran pagado ni agradecido por su trabajo. Intentaron buscarlo e hicieron varias llamadas pero no encontraron ningún rastro de él, por lo cual concluyeron, que era el mismo San José que había acudido en respuesta a sus oraciones.

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