El doctor Alexis Carrel nació en Francia en 1873. En mayo de 1902, mientras estudiaba en la Facultad de Medicina de la Universidad de Lyon, un amigo le pidió el favor de participar en una misión médica a Lourdes, acompañando y asistiendo a los enfermos. Aunque era escéptico y solo creía lo que podía ser demostrado por la ciencia, aceptó la propuesta de su colega y viajó al Santuario de Lourdes.

En esa peregrinación se encontraba Marie Bailly que padecía una peritonitis tuberculosa y estaba gravemente enferma, su estado era tan crítico que los doctores decían que iba morir pronto.

El 28 de mayo, cuando fueron a las piscinas de Lourdes, las enfermeras preguntaron al doctor Carrel si la podían sumergir en el agua y él les dijo que mejor no, debido a su condición, por lo cual solo le vertieron agua en el abdomen tres veces y la llevaron ante la Imagen de la Santísima Virgen María que está en la gruta.

El doctor Carrel, que estaba atento a todo lo que pasaba, se sorprendió al ver un cambio en el color del rostro de Marie. Al examinarla, vio una extraordinaria mejoría: su frecuencia cardiaca y respiratoria estaban mejorando, la sábana que cubría su abdomen bajaba lentamente indicando que la tumefacción que tenía estaba disminuyendo, hasta que desapareció completamente.

Marie Bailly fue llevada al hospital y el doctor Carrel fue a visitarla varias veces constatando que la curación había sido completa y que había sido testigo de un milagro inexplicable, que conmovió su corazón y dio origen a su conversión.

Fue por la noche a la gruta y ante la imagen de la Santísima Virgen, pronunció esta oración:

“Virgen Santa, socorro de los desgraciados que te imploran humildemente, sálvame. Creo que Tú has querido responder a mi duda con un gran milagro. No lo comprendo, y dudo todavía. Pero mi gran deseo y el objeto supremo de todas mis aspiraciones es ahora creer, creer apasionadamente y ciegamente, sin discutir ni criticar nunca más. Tu nombre es más bello que el sol de la mañana. Acoge al inquieto pecador que, con el corazón turbado y la frente surcada por las arrugas, se agita corriendo tras las quimeras. Bajo los profundos y duros consejos de mi orgullo intelectual yace, desgraciadamente ahogado todavía, un sueño, el más seductor de todos los sueños. El de creer en Ti y el de amarte como aman los monjes de alma pura”.

Por su conversión, fue muy criticado por la comunidad médica y científica de Francia y se le dificultó encontrar trabajo en su país, por lo cual, viajó a Estados Unidos, en donde trabajó en el área de investigación del Instituto Rockefeller en Nueva York, obteniendo en 1912, el premio Nobel de Medicina por su trabajo que permitió avances importantes en la sutura vascular y en el trasplante de vasos sanguíneos y órganos.

El doctor Carrel escribió un libro titulado Le voyage de Lourdes: Viaje a Lourdes, en el que narra su experiencia y conversión.

Marie Bailly, ingresó como Novicia a las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paul en Paris. Desde niña tenía una gran devoción a la Santísima Virgen María y rezaba con frecuencia el Memorare o Acuérdate. En el monasterio de Rue Du Bac vivió una vida de oración y ayuda a los más pobres y enfermos.