CINCO FORMAS DE GANAR INDULGENCIA PLENARIA DURANTE LA CUARESMA.
El Código de derecho canónico y el Catecismo de la Iglesia católica, definen así la indulgencia:
«La indulgencia es la remisión ante Dios de la pena temporal por los pecados, ya perdonados, en cuanto a la culpa, que un fiel dispuesto y cumpliendo determinadas condiciones consigue por mediación de la Iglesia, la cual, como administradora de la redención, distribuye y aplica con autoridad el tesoro de las satisfacciones de Cristo y de los santos».
Las indulgencias pueden ser plenarias o parciales y pueden obtenerse para uno mismo o para el alma de un difunto.
San Pablo VI, escribió:
«Cuando los fieles ganan las indulgencias en sufragio de los difuntos, realizan la caridad de la forma más eximia, y al pensar en las cosas sobrenaturales trabajan con más rectitud en las cosas de la tierra».
1. Hacer el Vía Crucis: Meditar la Pasión y la Muerte de nuestro Señor siguiendo las 14 estaciones del camino de la Cruz. Si alguien no puede hacer el Viacrucis puede ganar la indulgencia si pasa al menos un un cuarto de hora, leyendo y meditando sobre la Pasión y Muerte de Nuestro Señor Jesucristo.
2. Rezar el Santo Rosario: Los fieles pueden ganar la Indulgencia Plenaria si rezan el Rosario en una iglesia u oratorio, en familia, en comunidad religiosa o en una asociación de fieles. Si se realiza fuera de estas circunstancias la indulgencia será parcial.
3. Adorar al Santísimo Sacramento: Los fieles que adoren al Santísimo Sacramento durante al menos media hora pueden ganar indulgencia plenaria y si se hace por menos tiempo obtienen una indulgencia parcial.
4. Leer y meditar las Sagradas Escrituras: Se debe hacer durante al menos media hora y la indulgencia será parcial si se hace menos tiempo.
5. Recitar piadosamente la oración “Mírame, oh buen y dulcísimo Jesús”: Para ganar la Indulgencia Plenaria se debe hacer esta oración ante la imagen de Jesús Crucificado, después de la Comunión, cualquier viernes de Cuaresma o el Viernes Santo. La indulgencia es parcial si se reza en otros días del año.
ORACIÓN: MÍRAME, OH BUEN Y DULCÍSIMO JESÚS.
“Mírame, oh buen y dulcísimo Jesús: en Tu presencia me postro de rodillas, y con el mayor fervor de mi alma te pido y suplico que imprimas en mi corazón vivos sentimientos de fe, esperanza y caridad, verdadero dolor de mis pecados y un propósito firme de enmendarme; mientras con gran afecto y dolor considero y contemplo en mi alma tus cinco llagas, teniendo ante mis ojos aquello que el profeta David dijo de Ti, mi buen Jesús: «Han taladrado mis manos y mis pies y se pueden contar todos mis huesos.» (Sal 21 (22), 17-18).”
La indulgencia plenaria sólo se puede obtener una vez al día. Para conseguirla, además del estado de gracia, es necesario:
– Tener la disposición interior de un desapego total del pecado, incluso venial.
– Confesarse sacramentalmeпte.
– Recibir la Sagrada Eucaristía.
– Orar según las intenciones del Santo Padre (Puede ser un Padre Nuestro y un Avemaría).