20 DE JULIO: DIVINO NIÑO JESÚS.

La devoción al Divino Niño en Colombia comenzó gracias al padre John Rizzo, un sacerdote Salesiano de Arenzano, Italia.

El padre Rizzo tenía una gran devoción al Niño Jesús y, cuando fue trasladado a un barrio pobre del sur de Bogotá llamado Veinte de Julio quiso incentivar esta devoción en su nueva parroquia, por esta razón fue a una tienda de artículos religiosos en Bogotá llamada Vaticano, propiedad de un artista italiano, y allá encontró una hermosa estatua del Niño Jesús que estaba sonriendo, con sus brazos extendidos, pero tenía una cruz en su espalda. El padre Rizzo dijo que estaba muy pequeño para llevar una cruz y le pidió al artista que la quitara y que colocara las palabras “Yo Reinaré” en la base de la estatua.

El artista hizo el cambio solicitado y el padre Rizzo se llevó la estatua de regreso al barrio, donde predicó a los habitantes sobre los favores que el Niño Jesús hace a los que tienen fe y ayudan a los pobres. Aquí también construyó una pequeña capilla en honor al Divino Niño. Pronto, empezaron a reportarse muchos milagros.

El 25 de diciembre de 1937 se bendijo la piedra angular de la nueva iglesia en Bogotá. La gran cantidad de personas que asistieron a las misas dominicales demostró que la nueva iglesia era demasiado pequeña. Más de cien mil personas visitaban la iglesia todos los domingos. En 1989, se emprendieron planes para construir una nueva iglesia, mucho más grande que la construida antes, y se completó en 1992, gracias a la generosidad de los muchos fieles que la visitaban con frecuencia. Esta nueva iglesia es la Parroquia del Divino Diño en donde se han obrado muchos milagros.

El padre John Rizzo murió en 1957. Toda su vida la dedicó a difundir la devoción al Niño Jesús. Todas las mañanas, el padre John donaba chocolate y pan a los pobres de la región. Gracias a la generosidad de la gente, cientos de niños pobres continúan visitando el santuario cada mañana para recibir chocolate y pan. En todo este tiempo, aún hoy, no ha habido necesidad de comprar el chocolate o el pan que se reparte, ya que todo se obtiene a través de las abundantes donaciones de los fieles. La estatua del Divino Niño que compró el Padre Juan, se encuentra en la capilla del Santuario. Esta hermosa estatua del Niño Jesús, vestido con una túnica rosa, con los brazos abiertos para recibirnos y su sonrisa amorosa, es probablemente una de las representaciones más queridas de la Infancia de Nuestro Señor; invoca en nosotros el deseo de abrazarlo y confiar en Él y en la promesa dada a la Venerable Margarita del Santísimo Sacramento en el año 1636: “Todo lo que quieras pedir, pídelo por los méritos de mi infancia y tu oración será escuchada”.

Muchos devotos en el mundo entero han pedido favores por los méritos de la infancia de Jesús y han obtenido respuesta favorable a sus plegarias. La fiesta de Divino Niño Jesús en Iglesia universal es celebrada el primer domingo de septiembre.

ORACIÓN AL DIVINO NIÑO JESÚS:

Niño amable de mi vida, consuelo de los cristianos, la gracia que necesito, pongo en Tus benditas manos.
Tú que sabes mis pesares, pues todos te los confío, da paz a los turbados, y alivio al corazón mío.
Y aunque Tu amor no merezco, no recurriré a Ti en vano, pues eres Hijo de Dios y Auxilio de los Cristianos.
Acuérdate oh, Divino Niño, que jamás se oyó decir, que alguno te haya implorado, sin Tu auxilio recibir.
Por eso con fe y confianza, humilde y arrepentido, lleno de amor y esperanza, este favor yo te pido por los méritos de Tu infancia,:

Pedir la gracia que se desea y decir siete veces:

DIVINO NIÑO JESÚS BENDICENOS.

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