ORACIÓN DEL ROSARIO (POR BEATO BARTOLO LONGO).
Oh Bienaventurado Rosario de María,
dulce cadena que nos une a Dios,
vínculo de amor que nos une a los Ángeles,
torre de salvación contra los ataques del infierno,
puerto seguro en nuestro naufragio universal,
nunca te abandonaremos.
Serás nuestro alivio en la hora de la muerte;
tuyo nuestro último beso mientras que nuestra vida se consume.
Y, la última palabra de nuestros labios será tu dulce nombre,
Oh Reina del Rosario de Pompeya,
Oh queridísima Madre, Oh Refugio de los Pecadores,
Oh Soberana Consoladora de los Afligidos.
Seas Tú bendecida en todas partes, hoy y por siempre, en la tierra y en el cielo.
(Esta oración es una parte de la Súplica a Nuestra Señora del Rosario que se hace dos veces al año, escrita por el Beato Bartolo Longo).