OH MARÍA, VIRGEN PODEROSA:

Oh María, Virgen poderosa,
Tú, grande e ilustre defensora de la Iglesia;
Tú, admirable auxiliadora de los cristianos;
Tú, terrible contra los enemigos del alma, como un ejército en orden de batalla;
Tú, has destruido toda herejía en el mundo;
Fortalécenos en nuestras luchas, asístenos en los
momentos difíciles, protégenos contra los adversarios de la salvación y en la hora de la muerte
llévanos al gozo eterno del paraíso!
Amén.

MARÍA AUXILIADORA, SANTÍSIMA MADRE DEL SALVADOR:

Oh María Auxiliadora, Santísima Madre del Salvador,
tu ayuda en favor de los cristianos es muy poderosa.
Por ti fueron vencidas las herejías
y la Iglesia salió victoriosa de todos los escollos.
Por vosotros familias e individuos fueron liberados
y también preservados de las más graves desgracias.
Haz, oh María, que mi confianza en ti esté siempre viva,
para que en cada dificultad yo también experimente que eres verdaderamente
ayuda de los pobres, defensa de los perseguidos, salud de los enfermos,
consuelo de los afligido, refugio de los pecadores
y perseverancia de los justos.

SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA, AUXILIO DE LOS CRISTIANOS:

Santísima Virgen María, Auxilio de los cristianos, qué dulce es venir a Tus pies implorando Tu perpetuo auxilio. Si las madres terrenas no cesan de acordarse de sus hijos, ¿Cómo me olvidarás Tú, la más amorosa de todas las madres? Concédeme, pues, te lo imploro, Tu perpetuo auxilio en todas mis necesidades, en todo dolor, y especialmente en todas mis tentaciones. Pido Tu ayuda incesante para todos los que ahora están sufriendo. Ayuda a los débiles, cura a los enfermos, convierte a los pecadores. Concede, por Tu intercesión, muchas vocaciones a la vida religiosa. Alcánzanos, oh María, Auxiliadora de los cristianos, que habiéndote invocado en la tierra te amemos y te agradezcamos eternamente en el cielo.