NOVENO DÍA DE LA NOVENA A NUESTRA SEÑORA DE LOURDES.

ORACIÓN INICIAL:

Bendita seas, oh Virgen purísima, por haberte dignado manifestar Tu resplandor de vida, dulzura y belleza en la Gruta de Lourdes, diciéndole a Santa Bernardita: “Yo soy la Inmaculada Concepción”. Oh siempre Virgen Inmaculada, Madre de misericordia, Salud de los enfermos, Refugio de los pecadores, Consoladora de los afligidos. Tú conoces nuestras necesidades, nuestras preocupaciones, nuestros sufrimientos, dirige hacia nosotros Tu mirada llena de misericordia.

Al aparecer en la Gruta de Lourdes, te complaciste en hacer de ella un santuario privilegiado, desde donde dispensas Tus gracias, y ya muchos han obtenido la cura de sus enfermedades, tanto espirituales como físicas. Venimos con la más ilimitada confianza a implorar Tu maternal intercesión. Obtén para nosotros, oh Madre amorosa, la concesión de nuestra petición. Agradeciendo Tus favores, nos esforzaremos por imitar Tus virtudes, para poder compartir un día Tu gloria en el cielo. Amén.

Padre Nuestro, Ave María, Gloria.

NOVENO DÍA:

¡Gloriosa Madre de Dios y Madre nuestra! agradecemos a Dios por darnos el gran privilegio de tenerte como Madre.

A Ti acudimos con confianza e imploramos Tu poderosa intercesión para obtener del Corazón de Tu Hijo Jesús todas las gracias necesarias para nuestro bienestar espiritual y material. En particular te pedimos, Santísima Madre, que nos concedas la gracia de tener una vida santa y una muerte feliz para que podamos gozar de Tu presencia en el cielo por toda la eternidad. 

Al concluir esta novena, nos sentimos animados y llenos de fe, y te damos gracias porque siempre escuchas con bondad nuestras oraciones. ¡Nuestra Señora de Lourdes, Virgen Inmaculada! por el amor que tienes a Tu Hijo Jesús y para gloria de Su Santísimo Nombre, ayúdanos a conseguir la gracia que pedimos en esta novena, si es Su Santa Voluntad:

(Pedir la gracia que se desea obtener).

Oh Estrella Brillante de Pureza, María Inmaculada, Nuestra Señora de Lourdes, gloriosa en Tu Asunción, triunfante en Tu Coronación, muéstranos Oh Madre de Dios Tu Misericordia. Virgen María, Reina y Madre; sé nuestro refugio, esperanza, fortaleza y consuelo. Amén.

ORACIÓN FINAL:

Nuestra Señora de Lourdes, Madre de Cristo, tuviste influencia con Tu Divino Hijo mientras estabas en la tierra y tienes la misma influencia ahora en el Cielo. Ruega por nosotros, obtén para nosotros de Tu Divino Hijo Jesús, los favores que pedimos en esta novena, si es la Voluntad de Dios. Amén.

Nuestra Señora de Lourdes, ruega por nosotros.

Santa Bernardita, ruega por nosotros.

Leave A Comment